jueves, 3 de septiembre de 2015

Las malas noticias

Cuando todos los periódicos abren con la misma foto, se siente el vértigo y el dolor de la desesperación. Esos “grandes” problemas que tenemos, dejan de ser tan importantes y nos sentimos pequeños, muy pequeños, muy miserables, miopes, absurdos, tontos,…

La imagen de Aylan Kurdi agita la conciencia de Europa
Foto de ABC
Nosotros hemos nacido en la cara A del mundo, donde tenemos comida, playas, piscinas, ordenadores, calefacción, aires acondicionados, juegos, libros, espejos, sillas, duchas, ventanas, aviones, fotos, puertas, ropa, coches y un largo etcétera de cosas materiales que se supone nos hacen más felices. ¿Seguro?

En pequeñas dosis nos han ido vacunando contra todo. A casi nadie se le revuelve el estomago cuando vemos muertos en la tele a la hora comer. Muertos en el mediterráneo, tan cerca para sentirlo tan lejos. Seguimos con nuestra comida, con nuestra comodidad irrenunciable y con nuestro corazón duro como una roca que ni siquiera es capaz de llorar. Inmunizados contra todo seguimos vidas vacías, preocupados por el dinero, por un coche nuevo, por una casa mejor, por una camisa, por las gafas de moda, por un jugador que cambia o no de equipo, por ganar más dinero, por sueños materiales que no valen nada.

Eduardo Galeano, no recuerdo la frase exacta, decía que si educas a los hijos como ricos los harás pobres, pero si los educas como pobres serán ricos. Ricos y pobres, en el sentido verdadero de la vida. En ese que merece la pena.

En este mundo hacen falta las palabras, no para decir chorradas, esas nos sobran, sino para mirarnos el corazón, para bucear en nosotros mismos.

¿Cuánto vale un paseo?, ¿cuánto una sonrisa?, ¿cuánto un abrazo?, ¿cuánto una conversación?, ¿cuánto decir “lo siento”?, ¿cuánto ayudar a los demás? Pues parece lo más caro del mundo. Podríamos seguir preguntándonos casi eternamente.

“Que el corazón no se pase de moda”, Joaquín Sabina en la canción Noches de boda.

Noticia de ABC
Cinco niños aparecen ahogados al intentar alcanzar la isla griega de Kos desde Turquía