sábado, 15 de noviembre de 2014

Gómez Manrique

Todos los toledanos conocen a Gómez Manrique, poeta y dramaturgo de la segunda mitad del siglo XV. Para los que no lo conozcáis, es un buen momento para acercarse a un toledano de Palencia, exactamente de Amusco.

Os cuento algo de Gómez Manrique. Nació en el año 1412 y murió en Toledo en 1490. Como curiosidad diré que fue tío del poeta Jorge Manrique.

Los Reyes Católicos le premiaron por su impagable fidelidad, especialmente por el gran apoyo a la reina Isabel la Católica.

En las famosas Cortes de Toledo de 1480 fue su presidente y su portavoz. Por tanto, fue el encargado de pronunciar el discurso con las peticiones a la corona, también fue uno de los más fieles colaboradores en el gobierno local de Toledo. Fue Corregidor de Toledo desde febrero de 1477 y mantendría el cargo hasta su muerte, en noviembre de 1490. Además, de gran poeta, destaco como político y hombre de armas.

Anteriormente, sirvió al Infante Alfonso, hermano de Isabel, como corregidor de Ávila. Después se abrazó a la causa de Isabel, que le propuso la especial tarea de asegurar la paz y la fidelidad en la siempre incierta e indecisa ciudad de Toledo.

Gómez Manrique salió victorioso de varias conjuras en la ciudad, unas del Arzobispo, otras de los enemigos de la ya Reina Isabel, algunas de bandos nobiliarios contrarios e, incluso, de importantes conversos que lucharon por impedir la implantación de la Inquisición. Gómez Manrique logró todo lo que los monarcas le encargaron.

De su paso por el Ayuntamiento toledano aún dan testimonio, desde la escalera que sube a la sala capitular, los famosos versos que se le atribuyen y que, sin lugar a dudas, contienen un ideario de gobierno:

Nobles, discretos y varones
que gobernáis a Toledo,
en aquestos escalones
desechad las aficiones,
codicias, amor y miedo.

Por los comunes provechos
dexad los particulares:
pues voz fizo Dios pilares
de tan riquísimos techos,
estad firmes y derechos.

En estos tiempos de corruptos, corruptores y votantes de los primeros, habría que mandar a nuestros políticos estos versos de Gómez Manrique. Simplemente para que cuando entren al servicio de los ciudadanos dejen en los “escalones” que suben al poder su codicia y avaricia.

Imagino que posiblemente sería mucho pedir ética a nuestros gobernantes, pero más les vale espabilar. Me llama mucho la atención que juren o prometan sus cargos e incumplan juramentos y promesas con la tranquilidad de no tener un mínimo de estética.

David J. Calvo Rodríguez

lunes, 3 de noviembre de 2014

Vista y plano de Toledo

Vista y plano de Toledo, 1608-1614, El Greco. Óleo sobre lienzo, 132 x 228 cm. Museo del Greco, Toledo.

El Greco nos ofrece Toledo en su totalidad, en una amplia visión panorámica, sin arbitrarias traslaciones de edificios. Es todo luz, claridad y objetivismo.

En el primer plano, a la izquierda aparece el símbolo del río Tajo, una figura manierista dorada con un cántaro derramándose y una cornucopia. A la derecha, un muchacho abstraído que muestra delicadamente el plano de la ciudad con todos sus vericuetos reflejados meticulosamente y sus principales edificios numerados para facilitar su localización. Algunos, han querido ver en esta figura al propio Jorge Manuel, aunque ello sea imposible por simple razón de edad. Entre el símbolo fluvial y el muchacho con el plano se sitúa sobre una nube el Hospital de Tavera y tras él aparece la ciudad, con sus campos dominados por un cielo rosáceo de tormenta ya pasada en el que desciende la virgen acompañada por ángeles para imponer la casulla a San Ildefonso.

En el plano El Greco ha añadido una leyenda destinada a explicar los dos elementos más chocantes del cuadro desde la pura objetividad visual: la escala del grupo celestial y la colocación del Hospital de Tavera o Afuera sobre una nube. La inscripción que acompaña el plano aclara alguno de los puntos. En ella se identifica el hospital de Tavera “que sido forzoso poner…en forma de modelo porque no sólo venía a cubrir la puerta de Visagra (Bisagra) más subía el cimborrio o cúpula de manera que sobrepujaba la ciudad y así una vez puesto como modelo y movido de su lugar me pareció mostrar la haz antes que otra parte y en lo demás de cómo viene en la ciudad se verá en la planta. También en la historia de Nuestra Señora que trae la casulla a San Ildefonso para su ornato y hacer las figuras grandes me he valido en cierta manera de ser cuerpos celestiales como vemos en las luces que vistas desde lejos por pequeñas que sean nos parecen grandes…”.

La ubicación del hospital de Tavera y la primacía que adquiere ha hecho creer que su cliente fue D. Pedro de Salazar de Mendoza, administrador de la institución y que ya le había encargado años antes la decoración de toda la iglesia. Era un gran coleccionista de mapas y vistas urbanas.

El Greco contaba con la tradición topográfica conocida en Venecia, incluso en algún momento se le vincula con la elaboración de mapas cartográficos. Cossío llegó a señalar que en esta obra, El Greco había hecho “Un Toledo como las Venecias del siglo XV, con cigarrales y vega sustituyendo a las lagunas y la casulla de San Ildefonso… en vez del león de San Marcos”.


David J. Calvo Rodríguez